Las Randeras

Les presentamos a Las Randeras de El Cercado

Yohana Torres

Tengo el privilegio de haber aprendido a tejer Randa. Esta hermosa técnica me la enseñó mi suegra, Marta Núñez, hace 10 años. Sería muy bueno que la Randa no se pierda y que siga de generación en generación como hasta hoy.

Elba Sosa

Cuando tenía 9 años aprendí a tejer la Randa, me enseñó mi mamá y yo le enseñé a mis hijas.

Camila Nieva

Empecé a realizar este hermoso trabajo hace unos años, con la ayuda, la experiencia y el compañerismo de mañanas y mates de mi abuela de corazón, Agustina. Con el tiempo me enteré que la familia de mi abuela paterna también lo hacían en esa época.

Margarita Ariza

Aprendí a tejer Randa de muy chica. Mi maestra fue mi madre, Juana Delgadina, y en cada nudo que hago está presente ella. Soy feliz tejiendo, honrando su memoria y transmitiendo este legado para que no se pierda.

María Laura González

Desde mis 8 años tejo Randa, aprendí de mi madre. Es una salida laboral y, en lo personal, me sirve como terapia para desconectarme de los problemas cotidianos.

Mónica Ariza

Randa: Creación de sueños, esperanza con ilusión. Entre hilos y agujas nace la Randa en El Cercado, herencia familiar perdurando en el tiempo. Aprendí de mi mamá, María Marcelina Núñez.

Silvia González

Tengo tiempo haciendo Randa. Comencé por enseñanza de mi madre. Hoy cada vez que empiezo una malla me siento sin problemas, es como que tu cabeza se concentra sólo en lo que estás haciendo y olvidas todo lo demás. La Randa fue pasando de generación en generación.

Mirta Costilla

Desde los 8 años que produzco esta artesanía con mucho orgullo. Por haberlo heredado desde mis tatarabuelas y en lo que hago tengo el honor de hacer homenaje a mis bisabuelas y abuelas. A mi madre: Rosa Irene Mamonte de Costilla, “Maestra” que me enseñó a tejer.

Agustina Sosa

Tejo Randa desde los 9 años, casi toda una vida en esto. Soy de generación de Randeras. Trabajo todos los días de mi vida tejiendo. Son mis compañeras en momentos buenos y en los no tan buenos; siempre están mis Randas.

Marta Núñez

Desde chica me enseñaron a tejer Randa y hasta hoy sigo tejiendo y bordando. Me gusta pasar mis tardes tejiendo, me siento muy feliz haciendo lo que me gusta. 

Elizabeth Pacheco

En la Randa veo a mi abuela, a todas las mujeres de mi familia. A la lucha constante por mantener un tejido único e inigualable. Me lleva a la infancia, a los momentos compartidos cuando veía a todas hacer una Randa.

María Ofelia Belmonte

Tengo 33 años, vivo en El Churqui. De niña mi mamá me enseñó a tejer y bordar la Randa. Tejiendo expreso mis tristezas y mis alegrías, el tejido es una forma de distraerse, relajarse. Creo que cada Randera al ver su trabajo realizado es feliz.

Juliana Silvia Robles

Aprendí la técnica de mi madre -Antonia de Jesús Ariza- a los 8 años. Se viajaba a San Miguel (de Tucumán) a vender en el Museo Folklórico y en otros lugares de artesanías. Estoy muy orgullosa de lo que hago porque es un entretenimiento.

Fabiana Torres

Soy Randera de El Cercado. Aprendí la técnica de la Randa a través de mi abuela, porque quería transmitir esta artesanía de generación en generación, para que esta tradición no se pierda.

Giselle Paz

Tejo Randas desde los 9 años, aprendí de mi madre. Para mí es un gran orgullo continuar con esta hermosa técnica que se instaló en mi familia hace varias generaciones.

Ana María Toledo

Soy hija de Randera, sobrina de Randera, nieta de Randera y bisnieta de Randera. A los 81 años yo sigo trabajando la Randa y hago lo que puedo. En la randa una pone lo que siente. A veces una está triste y agarra la Randa y se distrae, ahí se nos olvidan las penas.

Norma Briseño

Empecé a tejer a los 12 años, me enseñó una tía. Y es algo que me encanta, todos los días le dedico tiempo para tejer y bordar. Realizo atrapasueños y me gusta hacerlos coloridos con plumas y perlas.

Cristina Costilla

Me llamo Cristina del Valle Costilla, tengo 30 años. Aprendí a tejer Randa cuando tenía 16 años, me enseñó mi madre Elba Sosa.

Gabriela Belmonte

Tengo 34 años, vivo en El Cercado, nací aquí. Mi mamá me enseñó a tejer. Es algo maravilloso vivir rodeada de esta hermosa artesanía perteneciente a mi pueblo. Tejer, para mí, es enredar en hilos y agujas nuestros sueños, y bordar y ver finalizado es sentirse realizada.

Tatiana Belmonte

Soy artesana, tengo 19 años, realizo un tejido llamado Randa (la Randa es una red fina bordada). Aprendí a tejer cuando tenía 7 años, mi madre me enseñó esta técnica a mí y a mis hermanas. Actualmente pertenezco a la Cooperativa Randeras de El Cercado.

María Magdalena Núñez

Soy Randera de El Cercado. Tengo muchos años haciendo Randa. Comencé por necesidad y ahora me encanta ver mis trabajos terminados y exhibidos para que otros conozcan lo que hacemos, tengo el orgullo de haber enseñado a mis hijas y nietas.

Juana Margarita “Magui” Ariza

 Para mí significa mucho la Randa, la artesanía que me enseñó mi abuela y que con mucho cariño aprendí. Siempre digo “gracias abuela, gracias mamá, por todo lo que me has enseñado, por todo lo que es la Randa para mí, que es algo que me satisface en todo momento.

Ana Belén Ariza

Mi nombre es Ana Belén Costilla Ariza, tengo 16 años. Heredé el aprendizaje de mi mamá, Anice Ariza, y empecé a tejer a los 9 años de edad. Para mí la Randa es más que un tejido, es también una forma de expresar emociones y sentimientos.

Romina Paz

Soy de generación de Randeras. Aprendí de mi mamá, Agustina Sosa. Me gusta tejer, pero más bordar. Tejo desde chica ya que en mi casa siempre mi madre estaba realizando trabajos que le encargaban.

Marisel Costilla

Tengo 25 años y vivo en El Cercado. Comencé a aprender la técnica de la Randa cuando tenía 19 años, de mi mamá -Elba Sosa- quien se dedica a esta artesanía desde muy joven.

Silvina Amado

Empecé a tejer Randa hace diez años, me enseñó una amiga vecina de toda la vida. Para mí la Randa es una terapia que me trae recuerdos de mi abuela paterna y hoy les transmito a mis hijos. Es un trabajo hermoso, fino y delicado.

Claudia Aybar

Vivo aquí en mi hermoso Cercado, cuna de la Randa. Me dedico a esta artesanía hace más de 40 años, gracias a ello fui a países que jamás pensé conocer, visité provincias a las que nunca creí que iría.

Elva Aybar

Tengo 58 años. Aprendí a tejer a los 20 años. Soy una persona dedicada a la Randa, me enseñaron esta hermosa técnica mi hermana y una vecina. Me siento feliz de lo que hago, para mí es como una terapia. Tejer es el máximo encuentro conmigo misma.

María Marcelina Núñez

La Randa para mí significa mucho, aparte de ser una bella artesanía, a mí me ayudó mucho económicamente. La aprendí a los 17 años de mi hermana y de mi suegra. Hoy, con 70 años, la sigo realizando y me gustaría que la Randa perdurara por siempre. ¡El Cercado cuna de la Randa!

Eugenia Torres

Soy Randera de El Cercado, de “4ta generación”. Aprendí a tejer Randa desde los 8 años, lo aprendí de mi abuela y mamá, siempre nos inculcaron a aprender a tejer porque es un arte tan maravilloso y delicado que se realiza mediante una guía, una aguja e hilo. 

Anice Ariza

Empecé a hacer esta técnica a los 12 años. Me siento orgullosa y honrada de ser Randera, este trabajo me dignifica como mujer. También de poder mantenerlo y transmitirlo no tan sólo a mis hijas sino también a las demás personas.

Monteros · Tucumán